"... todavía quedan más pistas por descubrir."

lunes, 19 de septiembre de 2011

LA AUTOPSIA - III PARTE



EXAMENES COMPLEMENTARIOS

La autopsia médico legal debe aclarar el origen del fallecimiento y sus circunstancias. Es por ello que en la mayoría de los casos debe servirse de técnicas que permitan la averiguación de los hechos y las circunstancias que lo rodearon. Por lo tanto, una autopsia médico legal no puede considerarse terminada hasta que se hayan obtenido las muestras necesarias para los exámenes complementarios, destinados a resolver los problemas médico legales que se plantean. Los exámenes complementarios tienen que realizarse cuando el estudio macroscópico del cadáver es insuficiente o cuando se quieren verificar trastornos sospechosos. Análisis biológicos, bioquímicos, toxicológicos, pruebas de ADN, etc., se realizan con regularidad. Por ello, una vez completada la evisceración y realizado el estudio macroscópico en la forma señalada en las dos partes publicadas anteriormente, la autopsia debe contener la descripción de estudios complementarios solicitados. Así se podría establecer como medidas o exámenes complementarios los siguientes:

1. Estudio Histopatológico: se seleccionará el material en función de cada caso en particular. Por ejemplo: piel con orificio de entrada de proyectil de arma de fuego, piel con surco de ahorcamiento, corazón, fragmentos de hígado, riñón, etc. Una vez extraída del cadáver, la pieza anatómica o fragmento representativo de ella, se procede al lavado cuidadoso bajo un suave chorro de agua para eliminar la sangre excedente y permitir una mejor fijación del tejido. Deben tenerse provistos frascos o envases de vidrio o de material plástico limpios, con la boca ancha y tapa de rosca. Las piezas deben ser colocadas en soluciones fijadoras para una correcta preservación y conservación de los tejidos y poder así proseguir con los siguientes pasos de la técnica histológica. Las muestras de pequeño tamaño como piel con orificios de proyectil de arma de fuego o lesiones vinculadas con injuria eléctrica es conveniente envasarlas en frascos pequeños. En casos de exhumaciones o cuando se trate de cadáveres en estado de descomposición, las tomas de muestra y las piezas anatómicas deben igualmente ser colocadas en solución fijadora.

2. Laboratorio Bioquímico: la regla general indica que las muestras de fluidos biológicos obtenidas del cadáver para este tipo de determinaciones deben conservarse refrigeradas.

a. Determinación de grupo sanguíneo y factor Rh. Las muestras pueden obtenerse de cavidades cardíacas o del interior arterial.
b. Detección de VIH.
c. Otros marcadores serológicos como Hepatitis B y C, Chagas, CMV, etc.
d. Investigación de monóxido de carbono.
e. Investigación de humor vítreo. Esta muestra se obtiene por medio de punción (aspiración ocular efectuada en el ángulo externo del ojo).
f. Investigación de material biológico o inorgánico en las uñas. Las muestras de uñas casi siempre se obtienen de las manos.
g. Hisopados nasal-bucal-vaginal-rectal, para investigación de drogas o esperma. Para estos últimos estudios, las muestras se obtienen por medio de hisopados anorectal, vaginal y oral del cadáver en una triple muestra: una para la observación directa microscópica, otra para las determinaciones inmunoquímicas y la tercera en reserva para eventuales estudios de ADN.
h. Estudios comparativos sobre cabellos y vello púbico. Las muestras de pelos incluyen cabellos y los distintos tipos de vello corporal.
i. La toma de muestras de LCR es sumamente difícil en la práctica tanatológica.

3. Laboratorio toxicológico: la búsqueda de tóxicos en un cadáver se realiza determinando las sustancias en función de su cinética dentro del organismo. Deberán explorarse sitios de absorción, de transporte, de distribución, de metabolismo, de depósito y de excresión. Se deben considerar 3 factores: cantidad, calidad y oportunidad.

Cantidad: la mayor posible, dentro de los límites de la lógica y la utilidad.
Calidad: elección del material según el caso que se trate, la presunción diagnóstica médico legal y la posibilidad que ofrece el cadáver.
Oportunidad: desde el punto de vista tanatológico radica en que es mejor obtener la muestra en la primera autopsia que en la exhumación. Todas las muestras deben conservarse bajo refrigeración adecuada y sin ningún tipo de conservante químico. Existe un mínimo indispensable en cuanto a las muestras para asegurar su peritación; aconsejándose colocar en envases de boca ancha de plástico o vidrio los siguientes materiales:

o Frasco No. 1: estómago y su contenido.
o Frasco No. 2: fragmentos de distintas vísceras (habitualmente cerebro, hígado, vesícula biliar y riñón).
o Frasco No. 3: orina.
o Frasco con sangre para investigación de alcoholes (etílico y metílico). En caso de cadáveres exanguinados, puede optarse por remitir una muestra de hígado o de cerebro.
o Humor vítreo para investigación de tóxicos.
o Hisopados de orificios de entrada para investigar pólvora.
o Otras determinaciones: músculo esquelético para determina carboxi hemoglobina, cabellos para arsénico, talio y cocaína; tejido adiposo para plaguicidas, pulmones para algunos gases y aerosoles, etc.

4. Examen radiológico: para lesiones óseas, secuelas, detectar cuerpos extraños (proyectiles, prótesis, etc.)

Examen odontológico

6. Estudio entomológico: para la investigación del intervalo post mortem o toxicológico se utiliza la fauna cadavérica.

7. Estudio genético: para determina la identidad o realizar la comparación del patrón genético del cadáver con muestras obtenidas en el lugar del hecho o durante la autopsia, o de un presunto imputado. Los materiales cadavéricos que brindan los resultados más satisfactorios son piel, músculo esquelético, huesos cortos o planos con médula ósea, cabellos y piezas dentarias. Dado el caso, cualquier material anatómico de cualquier topografía podrá ser utilizado. Lo más práctico es seccionar el quinto dedo del pie con su metatarsiano ya que incluye los tres primeros tejidos mencionados. Aun con el cadáver en avanzado estado de putrefacción o incluso su reducción esquelética debe intentar realizarse el estudio.

8. Remisión de elementos extraídos del cadáver: se dejará constancia de los objetos (proyectiles, lazos de ahorcadura, alhajas, etc.) obtenidos durante la autopsia y de las ropas.

INFORME DE AUTOPSIA

Al examen externo:

La primera parte de la autopsia forense es el examen externo, en el cual se da una descripción general del fallecido, incluyendo:

1. La edad, sexo, raza, constitución física, altura, peso y estado nutricional.
2. Malformaciones congénitas, si las hubiera.
3. Una breve descripción de la ropa, normalmente es suficiente un listado simple de las prendas. Si la muerte fue violenta, se describirá en otra sección de la autopsia cualquier alteración significativa de aquellas como resultado de la lesión,
4. Una descripción general del estado del cadáver, con al menos:
a. Grado y distribución de la rigidez y de las livideces cadavéricas.
b. Pelo (longitud y color), pelo facial, alopecia.
c. Aspecto de los ojos, color de los ojos.
d. Cualquier aspecto anormal de las orejas, la nariz o la cara, por ejemplo: malformaciones congénitas, cicatrices, acné grave.
e. Presencia o ausencia de dientes y/o prótesis dentarias.
f. Cicatrices significativas y tatuajes.
g. Señales externas de enfermedad.
h. Lesiones antiguas no relacionadas con la muerte (las lesiones actuales o relacionadas con la muerte se describen en una sección aparte).
i. Marcas de una intervención médica quirúrgica reciente.

Indicios de lesión:

Todas las lesiones recientes, tanto menores como importantes, externas o internas, deben ser descritas en esta sección. No es necesario repetir la descripción de estas lesiones en la sección del examen interno subsiguiente. Debe describirse la antigüedad de las lesiones, si es posible, al menos de forma general.

1. Se excluyen las heridas por arma de fuego y por arma blanca, es más fácil agrupar las lesiones en dos áreas amplias: a. Lesiones externas y b. Lesiones internas.

2. Las heridas por arma de fuego representan una situación diferente. En estos casos, siempre que sea posible, cada herida individual debe describirse en tu totalidad (desde la entrada hasta la salida o punto donde se localice el proyectil) antes de pasar a la siguiente herida.

a. A las heridas de entrada debe asignársele un número arbitrar (por ejemplo, herida con arma de fuego No. 1) y después localizarlas en el cuerpo (en centímetros) en relación con la parte superior de la cabeza o las plantas de los pies y con la derecha o la izquierda de la línea media. Deberían localizarse también en relación con referencias próximas como el pezón o el ombligo.
b. Deben describirse las características de una herida por arma de fuego propias de un orificio de entrada y se definen a qué distancia fueron infligidas, por ejemplo, un anillo de escoriación, la pólvora del tatuaje, etc. A continuación, debe describirse el trayecto de la bala a través del cuerpo.
c. Debe detallarse la localización de la salida, si la hay, primero en términos generales y luego en relación a la parte superior de la cabeza o plantas de los pies y la distancia desde la línea media o bien en relación a la distancia por encima o por debajo del nivel de entrada y desde la línea media.
d. En los casos en que se recupera la bala del cadáver durante la autopsia, se debe consignar:

• Dónde se ha encontrado.
• Si está intacta, deformada o fragmentada.
• Si es de plomo o está revestida.
• El calibre aproximado si se sabe.

e. Después de describir una herida por arma de fuego, debe realizarse una descripción general del trayecto del proyectil a través del cuerpo en relación con los planos del mismo. No se recomienda la utilización de terminología anatómica como dorsal, caudal, etc., ya que la mayoría de las personas que leen el informe de autopsia no son médicos y no entenderían estos términos.
f. En los casos en los que haya múltiples heridas por arma de fuego o por fragmentación de proyectil, puede no ser posible tratar la herida por separado y por ello es necesario tratarlas en grupos. Por supuesto, esta es la forma de tratar las heridas producidas por perdigones.

3. Las heridas por arma blanca deben ser tratadas de la misma forma que las causadas por arma de fuego a menos que se produzcan numerosas heridas, distribuidas en grupos. Entonces pueden ser descritas por grupos.

4. Para ayudar a entender el informe de autopsia, el médico puede realizar esquemas que muestren la localización de las heridas descritas. Esto es útil cuando el lector no es un médico.

Examen interno:

En esta sección se describen ordenadamente los principales sistemas, así como las cavidades orgánicas. Se precisa el peso de los órganos (no es necesario para las glándulas suprarrenales y el páncreas) así como una breve descripción de los órganos con los hallazgos negativos pertinentes. No es necesario repetir la descripción de las lesiones.

Examen microscópico:

Frecuentemente no se necesitan preparaciones microscópicas en los casos forenses, especialmente en las muertes por traumatismos. Sin embargo, deben ser realizadas cuando estén indicadas. Deben conservarse muestras de tejido de todos los órganos principales al menos durante tres años, preferiblemente cinco. En la mayoría de las muertes traumáticas no son necesarias las preparaciones microscópicas, incluyendo las de las heridas.

Toxicología:

En esta sección, se hace una lista de los tejidos analizados, los análisis efectuados, los métodos de análisis y los resultados. En todas las autopsias debe recogerse sangre, orina, humor vítreo y bilis como mínimo. Estas muestras deben conservarse al menos durante cinco años.

Hallazgos:

Catalogar los hallazgos principales en orden de importancia. No hay que incluir los hallazgos menores o extravagantes, como se hace en algunos informes de autopsia clínicos.

Opinión:

Debe describir brevemente la causa de la muerte en el lenguaje lo más simple posible, así como manifestar el tipo de muerte. Esta sección está enfocada para el público, no para médicos. Por ejemplo, se puede decir que “… murió de una hemorragia interna masiva producida por una herida por arma de fuego en la aorta (el principal vaso sanguíneo del cuerpo)”… de una herida por arma de fuego en el corazón. Deben omitirse o restringirse al mínimo las especulaciones sobre las circunstancias que rodearon la muerte.

Bibliografía

"La autopsia". Medicina Legal y Patología Forense. Rocío Fernández Almeida.
“Revista electrónica de la autopsia”, de Benjamín García Espinosa y Manuel
López González, año 2008.

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