"... todavía quedan más pistas por descubrir."

lunes, 9 de mayo de 2011

VICTIMOLOGIA: UNA CIENCIA MODERNA



De acuerdo a la documentación sobre criminología, sobre todo si nos remontamos a algunas décadas atrás, evidenciaremos que en muy pocas o casi nulas ocasiones se brinda atención especial hacia la víctima del crimen, no así con la persona que comente el hecho delictivo, a ésta última se vuelcan todos los conceptos, análisis y seguimientos. Si bien es el sujeto agresor quien adquiere un papel protagónico en el hecho criminal o punible, esto no debe provocar que la víctima pase a un segundo plano.

Ahora bien, si nos orientamos de acuerdo a las leyes penales también se pondrá en evidencia que se ha orientado de forma casi unilateral hacia el autor del delito, dejando a la víctima en una posición marginal, cuando no limitada a su participación como testigo en el esclarecimiento del hecho delictivo; incluso como testigo se convierte en destinatario de serios compromisos y obligaciones, portadores de pocos o ningún derecho.

Esta neutralización de la víctima no por casualidad, el Derecho Penal surge precisamente de la neutralización de la misma. A partir del momento en que el Estado monopoliza la reacción penal, es decir, que prohíbe a la víctima a castigar a su victimario (lo que es asumido por el poder punitivo del Estado) se le aparta del conflicto.

Por otro lado, la criminología consideraba a las víctimas como un sujeto pasivo, neutro, estático, que no contribuía en nada al hecho criminal. A mediados del presente siglo es que el movimiento victimológico emprende estudios donde se le da a la víctima una visión más activa, capaz de contribuir en la génesis y dinámica de una conducta delictiva.

Redescubrimiento de la víctima

Frente a la gran preocupación por el criminal, la criminología había olvidado, casi en forma absoluta a las víctimas de los delitos. Este hecho tiene varias explicaciones, una de ellas es que nos identificamos con el infractor y jamás con la víctima; quizás sea porque admiramos al criminal que se atrevió a hacer lo que nosotros no haríamos y no admiramos a la víctima, ya que nadie se identifica con el perdedor, maltratado, lesionado o violado.

Sin embargo, a partir de las primeras investigaciones sobre la víctima los científicos se llevaron una gran sorpresa, al descubrir que en una considerable cantidad de hechos, la víctima tenía gran participación en los sucesos, y en otras ocasiones, era la verdadera causante del delito, evidenciando que la víctima puede ser objeto de estudio y análisis desde dos puntos de vista, bien bajo su comportamiento individual o bien en función de sus relaciones con el autor del delito. Desde estos puntos de vista, la víctima ha de cobrar especial importancia en materia penal para completar el diagnóstico de hecho delictivo.

Posteriormente, después de varias investigaciones dirigidas exclusivamente a las víctimas de los hechos delictivos. Los movimientos feministas, al llamar la atención sobre la violencia dirigida especialmente contra la mujer (victimización sexual o violencia física), impulsaron numerosas investigaciones teóricas y programas de asistencia, sirviendo como modelo a otros grupos de victimización.

Estos y otros factores contribuyeron a que el estudio de la víctima se convirtiera en un campo de investigación, adquiriendo interés significativo, consolidándose de esta manera una disciplina relativamente joven: la victimología.

La victimología como ciencia

La victimología es una ciencia joven, sobre la cual se asientan los pilares de un nuevo sistema judicial, capaz de reordenar y equilibrar el orden social. Se ha afianzado como un campo de investigación científico que se encarga del estudio de las víctimas en general. La década de consolidación de la victimología fue la de los setentas. El primer Simposio Internacional de Victimología se celebró en Jerusalén en 1973, y muy pronto le siguieron otros.

En los años ochenta surgió una nueva victimología, diferente a la anterior, fundamentalmente por su preocupación por las necesidades y derechos de las víctimas.
En la actualidad se postula un tratamiento para las víctimas, que les dé cabida en el derecho procesal penal, pero sin contraponer los derechos del autor del delito a los de la víctima. Obviamente hay que dar una respuesta a aquellas personas perjudicadas por el delito y debe ser el sistema judicial el encargado de aminorar en lo posible las consecuencias desfavorables que hayan marcado a una persona en cuanto a víctima de algún delito.

De esta manera concluye la primera de dos partes en que se dividirá este artículo, próximamente adentraremos aún más en esta nueva ciencia, rama de la criminalística.

3 comentarios:

  1. Tema importante y de relevancia social; como indica en su texto, muchas veces en la búsqueda de la verdad en un hecho delictivo se omite la participación de la víctima, sería muy interesante saber como esto influye en ella, cuales serían las consecuencias post-trauma, y como puede evaluarse este mismo proceso en el caso de victimología infantil! Felicitaciones, muy buenos artículos.

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  2. Felicitaciones interesante tema. Unicamente quiero aportar que juridicamente hablando la víctima penal,es aquella que sufre daños en sus derechos fundamentales, en su dignidad humana y en la consecución de la justicia, debido a la inoperancia del sistema pena es por ello que en Guatemala el Ministerio Público la Oficina de Atención a la Víctima desde 1996, siendo además el quinto país en América Latina que la ha implementado.

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  3. Gracias por visitar el blog y por tan importante aporte al mismo a través de su comentario. Es interesante también el hecho que la Defensoría Pública Penal tenga a disposición una oficina para atención a la víctima, cuando uno de sus objetivos principales es defender al victimario. Bueno, que en nuestro país sucede de todo y no debería de sorprendernos. Le reitero mi agradecimiento por visitar el blog y le invito a hacerlo con regularidad.

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