PARAFILIAS - II PARTE

Parafílias Típicas

Variación en el método de funcionamiento:

Exhibicionismo: exposición deliberada y compulsiva de los genitales en público, siempre por un varón, como medio para alcanzar placer sexual. Por lo común, las mujeres obtienen más placer al exhibir otras partes de su cuerpo. Al sujeto exhibicionista lo que le excita es la reacción de la víctima que puede ser de sorpresa, asombro o miedo. La teoría psicoanalítica sostiene que es una negación de la ansiedad de castración. Además, es la parafília que con más frecuencia acarrea problemas con la ley a quien la practica. Se cree que existe relación entre el grado de represión sexual de una sociedad y su preocupación por esconder los genitales. La tendencia exhibicionista está arraigada en la naturaleza humana y tiene antecedentes filogenéticos en primates inferiores: dominación social simbólica.

Voyeurismo / Escoptofilia: la escoptofilia es el placer sexual que se obtiene al observar prácticas sexuales y genitales. El voyeurismo se define como la observación de personas desnudas, se deriva del francés voyeur (el que ve), en inglés se llama “peeping tom”. La observación habitualmente se lleva a cabo se secreto. Se considera que todos los varones tienen tendencias escoptofílicas que llevarían a cabo si la oportunidad se les presentase. Se configura parafilia cuando el comportamiento es compulsivo y lleva al individuo a asumir un gran riesgo para satisfacerlo o si es exclusiva y la principal fuente para satisfacción sexual. Pareciera ser que el escoptofílico necesitara ver “pornografía realista” para su satisfacción, generalmente mediante la masturbación.

Sadismo: deriva del nombre del escritor francés Marqués de Sade quien escribió libros donde predominaba la crueldad como medio para la estimulación sexual. La persona tiene gran placer sexual infringiendo dolor físico o psíquico al compañero sexual: agredir, someter. En un estudio, Hunt encontró que 5% de los varones y 2% de las mujeres habían obtenido placer sexual infringiendo dolor a su compañera (o).

Masoquismo: deriva del nombre del escritor austro-húngaro Leopoldo Von Sacher-Masoch quien escribió libros a cerca del placer sexual al ser torturado. Placer o gratificación sexual por el hecho de ser lastimado físicamente o en forma mental por el compañero sexual: humillado, atado o lastimado. Para el masoquista, el dolor accidental no tiene carácter sexual ni placentero, debe ser “dolor planeado”. A menudo, su compañero sexual es identificado con una figura progenitora, la cual lo dominaba cuando era niño. El masoquista es tan temeroso al rechazo que él desea sujetarse a casi cualquier humillación, desea significar su resignación hacia su compañero. En el mismo estudio mencionado anteriormente, Hunt encontró que 2.5% de los varones y 4.6% de las mujeres experimentaron placer sexual cuando su compañero les infringía dolor.

Variación en la elección del compañero sexual:

Fetichismo: es la obtención de placer o excitación sexual a partir de objetos inanimados (zapatos, ropa íntima) o con partes del cuerpo (cabello o pelo). Es una exageración de la evaluación acentuada de ciertas prendas asociadas con el objeto amado. El fetiche es un sustituto simbólico del objeto heterosexual. El fetichismo tiene su origen en la niñez o pubertad por un condicionamiento asociativo del fetiche con la excitación sexual. Es parafilia si la excitación sexual es solo con el fetiche y se desprecia una pareja atractiva que no lo posea y se prefiere una no atractiva que si posea el fetiche o recolección del fetiche en si.

Zoofilia: también se denomina Zooerastia o Bestialismo, consiste en obtener placer sexual mediante la cópula con los animales. Puede presentarse transitoriamente en algunas personas y es común en zonas rurales. Los animales involucrados son los domésticos y de granja. Existe frecuencia de esta practica en China con gansos, en Italia con cabras y en Latinoamérica con burras. Solo existe parafilia cuando es compulsiva, exclusiva o hay componente afectivo.

Paidofilia (pedofilia): es el deseo de tener relaciones sexuales con menores de edad, sean niños o niñas. Los paidofílicos no tienen la capacidad para cortejar por lo que son sumamente inseguros y la parafilia se caracteriza por el uso y abuso de poder. Típicamente el agresor sexual no es extraño para la víctima, 50 a 80% de los casos son provocados por familiares o conocidos.

Froteurismo: es la obtención de placer sexual al restregar o frotar los genitales contra las personas en lugares muy congestionados (buses, colas, estadios, etc.). Por lo general, pasan inadvertidos. Se considera parafilia cuando es el único modo para obtener el orgasmo.

Travestismo: es la obtención de excitación o placer sexual al vestir ropa del sexo opuesto. Es predominantemente masculino y está muy basado en condicionamiento asociativo en la época de diferenciación psicosexual. La práctica comienza habitualmente durante la niñez. Es muy diferente a la homosexualidad y solo 25% de los travestis han tenido en alguna ocasión relación homosexual. La diferencia entre el homosexual y el travesti es que el travestismo generalmente es una actividad secreta que implica a un solo individuo.

Transexualidad: también conocida como inversión sexual, es un deseo obsesivo y conciente de cambiarse de sexo. Un transexual, piensa, siente y actúa como mujer pero biológicamente es varón: la anatomía y la identidad de género son incompatibles (cuerpo de hombre y mente de mujer o viceversa). El transexual puede operarse con castración y adaptación de una vagina, en el caso de las mujeres se hace mastectomía y se usa prótesis. El transexual masculino desea ser amado por todo hombre, dado que se considera mujer, no desea ser amado por un homosexual.

Transgenerismo: es un término relativamente nuevo. El transgénero se identifica con el género contario, viste su ropa, puede usar hormonas para parecer lo más posible al otro género, pero no acepta la operación para el cambio de sexo.