"... todavía quedan más pistas por descubrir."

martes, 29 de marzo de 2011

PARAFILIAS - I PARTE



Hasta hoy, había abordado en su mayor parte temas directamente relacionados a la criminalística y medicina forense, pero también es importante estar familiarizados o conocer los aspectos básicos de los temas que se relacionan indirectamente, entre ellos se encuentran las parafilias. Un término que representa mucha controversia, sobre todo en sociedades conservadoras como la nuestra en donde es difícil responder preguntas como: ¿qué es lo normal? ¿Lo estadísticamente más común? ¿Lo natural o saludable? ¿lo moralmente correcto? ¿Lo que biológicamente se da en la naturaleza? ¿Lo aceptado por una cultura o sociedad?

Ahora bien, quizá muchas de las parafilias que se mencionarán a lo largo del artículo han sido practicadas por familiares, conocidos o incluso por nosotros mismos, recordemos que por lo común son prácticas que se llevan a cabo en secreto o que son compartidas con personas de nuestra entera confianza. Pero, sin más preámbulos pasemos a adentrarnos en el extraño e intrigante mundo de las parafilias, sea usted estimado lector quien lo juzgue.

Para iniciar y comprender el tema debemos comprender algunos antecedentes generales respecto a la perspectiva conductual. A manera general, esta teoría inició en la década de 1900 cuando William James y Wilhelm Wundt dominaban la psicología en Estados Unidos. El conductismo nació en 1912 y algunas de sus premisas son:

• Se deben estudiar eventos ambientales y conductas observables. El aprendizaje a partir de la experiencia es la principal influencia sobre la conducta.
• La introspección debe sustituirse por métodos objetivos (experimentación-observación).
• La conducta de los animales debe estudiarse junto a la de los humanos, porque los organismos más simples son más fáciles de estudiar que los complejos.

Clasificación de los trastornos:

Trastorno conductual primario: cualquier disfunción de la conducta observable, cognitiva o afectiva, resultante de aprendizajes excesivos, deficientes o excepcionales, con ausencia de anomalías biológicas necesarias o suficientes para producirla.
Trastorno conductual secundario: deriva de una anomalía biológica relativamente estable (psicosis, demencia, deficiencia mental).
• Trastorno conductual terciario: resulta de la interacción entre un trastorno conductual secundario y un ambiente desfavorable.

DEFINICION

Deriva de las palabras griegas pará (cerca de) y philía (amor). Entonces, tomando en cuenta la etimología de la palabra, se les considera parafílicos a aquellas personas cuya activación sexual se produce ante objetos, sujetos o situaciones que no forman parte de las pautas normativas habituales de excitación sexual.

Actualmente las parafilias se definen como un patrón de conductas sexuales en las que la fuente predominante de placer sexual no es a través de la cópula heterosexual. Además, se considera parafilia cuando se trata de un deseo incontrolable, impulsivo y compulsivo de realizar el acto; donde el individuo solo llega a la excitación a través de la realización del mismo.

Para la psiquiatría clásica y el psicoanálisis, las parafilias son sinónimos de desviaciones sexuales (aberraciones o perversiones) y se ha planteado la idea de llamar inadecuaciones sexuales a las parafilias que se dan entre personas adultas, de mutuo acuerdo, que no producen daños graves ni escándalo público.

Existen consideraciones importantes, es decir que debemos diferenciarlas del uso de fantasías o comportamientos sexuales o de los objetos como un estímulo para la excitación sexual que presentan los individuos sin parafilia. Incluso, hasta hace poco tiempo se consideraba desviado todo acto sexual que no fuera penetración del pene en la vagina. En la actualidad, han dejado de considerase desviaciones la masturbación y la homosexualidad. También se debe mencionar que actualmente se consideran como variantes el coito anal y oral.

¿Desde cuándo han existido las parafilias?

Según la literatura, desde que se tiene historia. Sin embargo, surgen nuevas parafilias o se transforman según el cambio que hay en las sociedades, por ejemplo, actualmente existe escatología telefónica o por internet. Hasta la fecha se han tipificado 138 parafilias y seguramente se clasificarán más.

Causas

No se han establecido causas demostradas, pero es indudable que ellas derivan de la atmosfera familiar y social enferma en que se desarrolla el niño. El mal manejo por parte de los padres de la ingenua curiosidad sexual infantil y de los juegos sexuales de los mismos, tratados con represión enfermiza, evasiones, racionalizaciones y prohibiciones estrictas, cierran el camino a un desarrollo sexual normal e inclina al niño a manifestaciones parafilicas.

Un hecho interesante es que los parafílicos provienen de familias en que no se han dado otros casos de sexualidad parafílica. Es decir, no se hereda. Tampoco se aprende por imitación, sino por proscripciones y represiones irracionales que cierran caminos normales.

Las parafilias nacen en la infancia y la primera adolescencia, edad en que los "deseos secretos" son inevitables, aunque podrían dejar de serlo si educáramos por el diálogo y el conocimiento de estas posibilidades.

Experiencias accidentales: las experiencias accidentales vividas por el niño y adolescente pueden ser definitivas en la psicogénesis de las parafilias. Por ejemplo, un bebé puede excitarse sexualmente al ser tocado en los genitales durante el cambio de pañales, y tal acontecimiento puede coincidir con la mirada de una mujer de largos cabellos plateados. En su adolescencia, el muchacho se masturba y fantasea con cabellos plateados, dotándolos de muchas asociaciones eróticas. La combinación habitual del pensamiento de los cabellos y la excitación se vuelve tan fuerte, que la persona puede llegar a dudar de su capacidad de desempeñarse sin ella. Esta experiencia o instancia de excitación, con ser única, puede ser suficiente. Pero en otros casos debe ocurrir constantemente para provocar la fijación.

Experiencias infantiles repetidas: tales como ser vestidos con ropas del otro sexo por sus padres que esperan un hijo del sexo contrario, el mirar los genitales de los adultos o las actividades sexuales o de excreción así como la ridiculización de sus genitales por pequeños o feos o de sus capacidades eróticas
Fantasías sexuales de la masturbación adolescente: Suelen tener una gran importancia en la aparición de las parafilias, cuando esas fantasías poseen un contenido que las favorece, como las de exhibicionismo o voyeurismo, de travestismo. Los contenidos sexuales sádicos y masoquistas son bastante frecuentes como temática de todas las fantasías experimentadas por las personas. La rigidez, la limitación estrecha de la fantasía en un espectro de respuestas e imágenes poco convencionales, suele ser una constante del futuro parafílico.

Búsqueda adulta de experiencias nuevas. El individuo sometido a una intensa represión sexual en la niñez y juventud, ya en la adultez, puede buscar aventuras sexuales, vivir experiencias variadas que salen de las fronteras permitidas, como un acto de libertad o de liberación. Se puede experimentar con la bisexualidad, el uso de artefactos, el cambio de parejas y todo ello puede no traer consecuencias en su vida sexual. Pero la práctica del sexo en grupo, de mirar el coito de otros, o exhibirse ante personas conocidas primero, y luego desconocidas, prácticas sadomasoquistas y otras, pueden poner de manifiesto la existencia de una disposición a las parafilias, que de otra forma no se hubieran manifestado. Además, pueden llegar a tener un carácter adictivo: una vez traspasada la barrera, de cometida la trasgresión con el placer consiguiente, queda insaciado. Dice Michel Foucault que el perverso (parafílico) no se sacia nunca y esta insaciabilidad también es erotizada. Estas eclosiones tardías de las parafilias se caracterizan por la necesidad que tienen de codificar su actividad, y se conocen casos en que se redactan contratos que los unen a sus compañeros sexuales.

Otras causas. Money ha recopilado una serie de observaciones comunicadas por neurólogos que hallaban una relación entre la epilepsia del lóbulo temporal y algunas parafilias, como el fetichismo y el travestismo compulsivos, que mejoraron con tratamiento antiepiléptico o con electroconvulsoterapia. Se trataba siempre de pacientes varones, y se acompañaba de una sexualidad grosera y desinhibida. Sus conductas equivalen a fugas epilépticas o estados crepusculares incoercibles. Como hay casos que mejoran con litio o antidepresivos o reguladores del humor, también se ha planteado la posibilidad de que las parafilias estén vinculadas con ciclos maníaco-depresivos heredados. Y los casos de hiperandrogenismo en que la testosterona esté muy elevada, también se mencionaron como posibles causas de parafilias, que mejoran con el tratamiento con antiandrógenos.

Según la teoría psicoanalítica, entre sus causas se encuentran:
• Ansiedad de castración
• Conflictos de Edipo.

Según la teoría conductista:
• Comportamientos inadecuados por aprendizaje incorrecto.
• Anomalías del medio familiar durante la niñez y adolescencia.
• Experiencias durante la pubertad.
Pero también pueden existir factores inconscientes como:
• Voluntad de poder: el individuo debe demostrarse a si mismo que tiene mayor poder o superioridad sobre su víctima.
• Riesgo: el riesgo de llevar a cabo el acto genera una excitación sexual, además él se pone a prueba y trata de demostrar que es capaz de vencer.
• Desquite: Hay sentimiento de revancha como reparación del daño que sufrió en su infancia y se acompaña de resentimiento.

Grado de manifestación de las parafilias

Pueden expresarse con distinta intensidad y con diferente modalidad.

Mínima: expresión erótica fantaseada (imágenes, pensamientos, recuerdos) o actuada reconocida como placentera por el individuo y que aparecen espontáneamente sin perturbar las actividades sexuales convencionales, pueden aparecer en forma espontánea, reiterada o persistente.
Acentuada: expresión erótica fantaseada o actuada reconocida como placentera por el individuo y que se busca insistentemente para lograr satisfacer las actividades sexuales convencionales.
Predilecta o dependiente: expresión erótica que interfiere manifiestamente la actividad sexual convencional reemplazándola en forma electiva (selectiva) preferencial o única (exclusiva).

Características epidemiológicas

De acuerdo a la epidemiología, predominan en el sexo masculino (filogenéticamente hay más posibilidades de errores en la diferenciación masculina). Las parafilias de contacto son más frecuentes en el sexo femenino y pueden deberse a la mayor dependencia del sentido del tacto en la mujer.

Características semiológicas

Interesa fundamentalmente la forma predilecta o dependiente, que se caracteriza por la excitación sexual como respuesta a objetos o situaciones sexuales que no forman parte de los estímulos convencionales y que en diversos grados interfieren con la reciprocidad afectiva, fijando un patrón de conducta regular, sistemático, preferencial y a veces único. Las características semiológicas son:

Carácter opresor: pérdida de libertad para tener una opción libre ente alternativas. No puede dejar de actuar así.
Carácter rígido: la excitación sexual es tributaria solo de determinadas situaciones y circunstancias, estableciéndose un patrón de conducta.
Carácter impulsivo: necesidad de repetir la experiencia, ya que lo único que “calma” la excitación sexual es la ejecución de ese tipo de opción.

La sexualidad y su incidencia en el crimen

Al analizar al agresor sexual se debe partir de lo siguiente:

1. Para comprender los delitos sexuales se debe estudiar la conducta sexual de cada individuo.
2. Estos delitos puede ser cometidos por individuos considerados “normales” y la conducta sexual delictiva puede estar ligada a una circunstancia:
a. Personal
b. Ambiental (consumo de drogas, alcohol, situación desencadenante, etc.).
3. Las perturbaciones sexuales como tal no son delictivas si no están tipificadas en el Código Penal.
4. No es habitual que los delitos sexuales sean cometidos por perturbados sexuales (disfuncionales y/o parafílicos o desviados).
5. En la dinámica de las conductas sexuales delictivas se encuentran dos elementos de importancia:
a. La particular sexualdiad individual del victimario y
b. El componente eventual de la víctima
6. Los delitos sexuales más comunes son la violación, abuso deshonesto, estupro, abuso sexual con menores, exhibicionismo, prostitución, crimen sádico, etc.
Con respecto a la sexualidad y su incidencia en el crimen se pueden realizar las siguientes reflexiones:
• Las conductas sexuales que configuran delito son una realidad de observación cotidiana y se utilizan todas las manifestaciones sexuales que el ser humano puede imaginar.
• Algunos autores sostienen que detrás de todo delito sexual se esconde un problema de perturbación sexual. Si bien esta afirmación es evidentemente excesiva, es cierto, no obstante que la sexualidad perturbada (disfuncional o desviada) es potencialmente generadora de conductas desadaptativas que pueden desembocar en conductas delictivas.
• De manera que es importante estar en condiciones de entender las conductas sexuales humanas y si estas se dan o no en el marco de una personalidad con perturbaciones psicosexuales o psicopatías sexuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario