ENCLITOFILIA: UNA PARAFILIA EXTRAÑA

En esta oportunidad abordaré un tema inquietante y a la vez sorprendente, incluso es un término de reciente creación, hago referencia a la enclitofilia, una subdivisión de las parafilias o en otras palabras la atracción y la excitación sexual por la persona delincuente, más aún si es violento o despiadado. En los últimos treinta años han salido a relucir casos de asesinos o delincuentes que una vez apresados, han sido objeto de numerosa correspondencia femenina. La palabra enclítofilia fue introducida por el francés Edmond Locard, pionero de la criminalística y lo utilizó a principios del siglo XX para definir la atracción sexual y sentimental que algunas mujeres desarrollan por asesinos, delincuentes o presidiarios. Algunos psiquiatras la definen como una desviación del instinto maternal.

Desde comienzos del siglo anterior se conoció la descripción de esta patología. Por ejemplo, en el oeste de los Estados Unidos, cuando un condenado era llevado a la horca, podía evitar su muerte si una mujer estaba dispuesta a casarse con él.

Existe un fuerte componente sexual en esta patología, además de una especie de instinto maternal mal comprendido o desarrollado. El pretender ser la "salvadora" de un ser incomprendido es una constante en estas mujeres. Esta fascinación que ejercen estos individuos en estas mujeres es algo que se encasilla claramente dentro del terreno patológico.

Las probables causas que dan lugar al desarrollo de esta patología son las siguientes: baja autoestima por parte de la mujer, bien sea originada desde la infancia o por relaciones anteriores, desviación del instinto maternal, algo que habia mencionado previamente y que por lo general no acaba bien porque hace que la mujer cambie y se vea implicada en manipulaciones del asesino. Entre otras causas se encuentran el deseo de notoriedad, dependencia de endorfinas o bien porque la mujer disfrute el dolor de los demás, es decir que también sería una psicópata.

EL CASO DE DOREEN LIOY Y THE NIGHT STALKER

Casos existen muchos, para definir uno, mencionaré el de Richard Ramírez, un asesino serial mexicoamericano de mediados de los 80's también conocido como "The Night Stalker" o "El Asesino Nocturno". Ramírez fue condenado a 19 penas de muerte el 3 de octubre de 1989, sin embargo, durante su estancia en la cárcel recibió infinidad de cartas y mensajes de mujeres que se hacian llamar sus "fans", entre ellas se encontraba Doreen Lioy, con quien contrajo nupcias en 1996. La chica era una de tantas que iban a visitar al sanguinario asesino, vivía de ser editora y tuvo que luchar contra las demás que pretendían al Night Stalker. Declaró ser virgen y tal vez esto atrajo a Ramirez, y de acuerdo a esto, virgen permanecería, puesto que las visitas conyugales están prohibidas para los que esperan la ejecución. Ella nació bajo el seno de una familia católica, sin embargo al momento del matrimonio se consideraba agnóstica por lo que los alegatos de Ramirez sobre su supuesto culto satánico no le causaban mayor problema. De hecho la argolla de Ramirez tuvo que ser de platino, porque los satánicos no pueden portar oro en sus cuerpos. El día de la boda, la muchacha rebosaba de felicidad ante la perspectiva de convertirse en la señora de Ramirez, y el estuvo nervioso. La ceremonia fue observada por otros internos y sus familias que iban a visitarlos. El aspecto del novio ya no era terrorífico como antaño y hasta lucía incomodo. Al día de hoy Richard Ramirez continúa siendo uno de los más atípicos y terribles asesinos seriales de la historia moderna, su modus operandi podría ser argumento de cualquier película de terror. Segó la vida de tantos inocentes en forma tan cruel y espectacular que no cabe duda de que difícilmente será olvidado por las generaciones venideras. Incluso en internet, en las páginas donde presentan su historia o donde presentan los videos de la misma se pueden encontrar comentarios o mensajes de admiradoras que lo catalogan de "atractivo".