"... todavía quedan más pistas por descubrir."

martes, 18 de octubre de 2011

IMPORTANCIA DE LA ESCENA DEL CRIMEN EN LA ELABORACIÓN DEL PERFIL CRIMINOLÓGICO (I PARTE)




Como se publicó hace varios meses en un artículo de este blog, la técnica del perfil criminológico fue creada por el FBI y su Unidad de Ciencias del Comportamiento como una herramienta para ayudar en las investigaciones. Básicamente consiste en una técnica para describir el comportamiento y las características (físicas, psicológicas, geográficas, sociales, etc.) probables del autor desconocido de un asesinato o de una serie de asesinatos.

Posteriormente, debido a su falta de metodología, se han generado distintos conceptos afines que se usan indistintamente, siendo ellos: criminal investigative analysis, offender profiling, behavioral profiling, etc. Quien elabora el perfil debe analizar varios elementos del crimen, entre ellos el análisis de la escena del crimen.

Para la publicación de este artículo y para su mejor comprensión, he decidido dividirlo en dos partes; la primera se dedica a la descripción de las generalidades de la escena del crimen, así como de cada uno de los aspectos que forman parte de ella y del personal designado para su investigación, protección y resguardo. La segunda parte se dedicará completamente a la descripción de los pasos que se necesitan para la elaboración del perfil criminológico del victimario tomando como base los aspectos recogidos y establecidos en la escena del crimen. Con lo descrito en las líneas anteriores, resulta conveniente aclarar que para entender la segunda parte es necesario tener claro lo descrito en la primera.

TIPOS DE ESCENA DEL CRIMEN

Como su nombre lo indica, la escena del crimen es el lugar que el asesino ha elegido para matar a su víctima. Las escenas pueden ser varias si el asesino ha utilizado varios lugares desde que atrapa a su víctima hasta que abandona el cadáver. Como muchas veces sucede, puede atraparla en un lugar, torturarla en un segundo lugar, matarla en un tercero y abandonarla en un cuarto lugar.

Existen varias tipologías de escenas del crimen, cada una varía en sus criterios para clasificarlas. Siguiendo a Turvey (2008), podemos establecer una tipología de localización de la escena del crimen, atendiendo al ambiente en el que se encuentra, así tendríamos:

Escena de interior: las que se producen en el interior de una estructura como casas, apartamentos, edificios, etc.

Escena de vehículos: las que se producen en el interior de vehículos de transporte tales como automóviles, camiones, buses, barcos, trenes, etc.

Escena exterior: son las que se producen en campos abiertos como parques, bosques, desiertos, carreteras, etc.

Escena bajo agua: la que se produce en el medio acuático como pantanos, ríos, pozos, mar, etc.

En la investigación resulta primordial una escena muy concreta del crimen, que es la escena donde se encuentra el cadáver, ésta es una escena que puede aportar datos muy valiosos para la investigación tanto a nivel de indicios forenses, como para el propio perfil criminológico. Turvey aconseja visitar esta escena para establecer relaciones espaciales dentro de la propia escena como con el resto de escenas del crimen que puedan existir.

Es importante mencionar con respecto a esta escena que se debe determinar si el cadáver fue abandonado en ese lugar y por lo tanto agredido en otra o si por el contrario, la escena donde se encuentra el cadáver es además la escena primaria.
En relación al contacto que se produce entre el victimario y la víctima, Turvey (2008) distingue tres tipos de escena:

Escena primaria: es donde existe mayor contacto entre el victimario y la víctima, donde se invierte más tiempo y donde se realizan el mayor número de agresiones a la víctima. Debido a estas características es una escena importante a nivel de pruebas forenses y el perfil criminológico. Es posible como hemos comentado anteriormente, que además sea la escena donde se encontró el cadáver.

Escena secundaria: es una escena donde se establece interacción entre victimario y víctima pero en menor cantidad respecto a la primaria. Si es la escena donde se abandona el cadáver, es a la vez escena secundaria y de abandono del cuerpo. Dentro de un mismo crimen puede haber varias escenas secundarias.

Escena intermedia: es una escena intermedia entre la escena primaria y la escena de abandono del cuerpo. Es un tipo de escena secundaria que generalmente sirve para trasladar el cadáver desde la escena primaria hasta la escena donde se va a dejar el cuerpo.

Como se mencionó anteriormente, resulta muy conveniente visitar físicamente estos escenarios por parte de quien elabora el perfil criminológico.

INSPECCIÓN EN LA ESCENA DEL CRIMEN

El estudio de la escena del crimen es lo que normalmente se conoce como inspección técnico policial, inspección ocular o reconocimiento judicial. El trabajo que se realiza en la escena del crimen es de suma importancia y repercutirá en el resto del proceso de investigación del hecho delictivo.

Cuando el personal del Ministerio Público llega al lugar del crimen, lo primero que hace es una observación general de la situación, fijando dicha observación por medio de fotografías o videos de todos los lugares de la escena. La Policía Nacional Civil se encarga de proteger la escena a través de la colocación de cintas de color amarillo que impiden el paso de particulares y personal totalmente ajeno a las dos instituciones. A partir de aquí, se debe usar todo el tiempo que el investigador necesite para prestar atención a todo aquello que se considere relevante. Un aspecto importante en todo este proceso es el tiempo, el examen de la escena del crimen debe hacerse de la forma más rápida posible. Es de suma importancia preservar la escena de posibles perturbaciones y contaminación.

En este momento se procede a realizar las labores de identificación tanto de la víctima como de posibles testigos y de cualquier otra persona involucrada en el hecho, evidentemente también del posible agresor.

El personal del Ministerio Público encargado de la escena debe documentar todas las actividades y observaciones que se realicen en la escena: entradas y salidas, posiciones, objetos, condiciones climatológicas y de iluminación, declaración de testigos, límites de la escena, etc. El trabajo en la escena del crimen debe ser pausado, amplio y escrupuloso.

Este mismo personal debe establecer las características del delito, ajustándolo lo más cercano posible al tipo penal del que se trate a priori, deben dar información inicial sobre las posibles vías de investigación que se deben establecer para evitar la potencial destrucción de pruebas.

El recogimiento de indicios o evidencias es muy importante. Por lo tanto, en función de que sean escenas cerradas o abiertas se suelen usar las siguientes técnicas:

Para las escenas cerradas, el método punto a punto (el investigador va de una zona objeto que puede contener un indicio a otro sin un orden determinado) o bien el método por zonas (la escena se divide en zonas a modo de cuadrículas).

Para escenas abiertas, el método en espiral (desde un punto inicial y céntrico de la escena, se avanza en espiral hacia fuera) o el método de la rejilla (los investigadores dividen la escena en franjas o rejas y las van abordando al mismo tiempo). También es posible cuadricular la escena como si se tratase de un yacimiento arqueológico o hacerlo en forma circular también es apropiado para zonas extensas y con esa geometría.

La seguridad de la escena del crimen debe centrarse entre otras cosas en garantizar la no contaminación de las evidencias, para ello, es necesario un trabajo profesional, pausado y meticuloso por parte del personal responsable. Toda vez la evidencia ha sido recolectada, ésta debe ser embalada y transportada al laboratorio indicado para mantener intacta la cadena de custodia.

INDICIOS FORENSES EN LA ESCENA DEL CRIMEN

De la escena del crimen se recogerán evidencias que serán fundamentales para el desarrollo de la investigación. A efectos de una investigación criminalística, se considerará como evidencia o indicio todo objeto, instrumento, resto, huella, marca o seña que se usa y/o se produce en la comisión de un hecho, susceptible de ser recogido(a) y de cuyo análisis se obtendrán datos sobre la existencia del hecho delictivo, sobre la identidad del autor material, sobre el modus operandi, etc.

Entre los indicios o evidencias se pueden mencionar: sangre, fluidos corporales como semen o secreciones vaginales, otros fluidos biológicos como sudor, heces, vómitos o lágrimas, pelos, cabellos, uñas o piel descamada; evidencia no biológica como tóxicos, drogas o medicamentos, explosivos, combustibles, vestidos y complementos, documentos, videos, voces grabadas, entre muchísimas evidencias más.

Hasta aquí sería la investigación técnico científica, pero resulta muy interesante para el elaborador del perfil criminológico la información resultante de la investigación procesal, en concreto los datos que se puedan analizar de la fase de reconstrucción de los hechos.

La reconstrucción de los hechos se lleva a cabo mediante el traslado del juez al lugar de la comisión del hecho punible, adoptando las medidas oportunas para reproducir el suceso sobre el escenario mismo donde se produjo, con la asistencia de imputados, testigos, etc. El objetivo, como hemos dicho, es adquirir conocimientos de la forma en que cometieron los hechos. Parece muy indicado que el elaborador del perfil criminológico pueda acceder al informe o documento gráfico de la reconstrucción de los hechos, ya que sería la forma más cercana posible de conocer lo que sucedió. Sin embargo, como veremos en la segunda parte, el elaborador del perfil debe analizar críticamente no sólo la investigación técnico científica sino también la reconstrucción de los hechos, aportando, dudando y en su caso rechazando información en base a su conocimiento experto sobre el comportamiento y la psicología criminal.

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