"... todavía quedan más pistas por descubrir."

lunes, 23 de mayo de 2011

VICTIMOLOGÍA INFANTIL



Para continuar con el tema de victimología y ahora para adentrar aún más en una de las subdivisiones explicaremos los aspectos generales y básicos de su componente infantil. En fechas recientes uno de los visitantes del blog hizo referencia a este tema a través de su comentario y me pareció lo suficientemente interesante como para incluir un apartado especial para explicar un poco más sobre este problema.

Como se mencionó el artículo anterior, el estudio de la víctima se ha desarrollado recientemente a través de diversas investigaciones y uno de sus objetivos principales ha sido comprender los efectos que produce un acto delictivo o violento en las víctimas, las consecuencias que tiene para ella a través del proceso penal (victimización secundaria), así como las características y factores que ayudan a la prevención del delito.

En el caso de la victimología infantil, resulta un tanto más difícil su descripción e investigación, sobre todo porque las estadísticas han demostrado que apenas un 20% de los casos de maltrato salen a la luz. El miedo, la sensación de culpa, amenazas del agresor son algunas de las barreras que impiden expresar lo que sufren.

Un poco de historia

Desde hace aproximadamente 35 años se han desarrollado investigaciones sobre el maltrato infantil, su etiología, efectos, tratamiento y prevención. Un factor clave para la construcción e investigación del maltrato infantil como problema social sucedió a partir de los trabajos de pediatras como Ingraham, Caffey, Silverman y Kempe. En 1962 algunos investigadores publicaron un artículo sobre 302 casos de maltrato infantil.

La victimología estudia los efectos que produce el delito en las victimas, las consecuencias que tiene para ellas, su paso a través del proceso penal, así como las características que pueden ayudar a su prevención de los delitos.

Tipos de Violencia Infantil

Tienen que ver con acuerdos entre los profesionales del tema e investigadores que se han ocupado de la explicación de este fenómeno. La diferencia no implica necesariamente que los distintos tipos de victimización, violencia y maltrato que los niños padecen sean excluyentes, pueden darse varios tipos al mismo tiempo.

Victimizaciones extraordinarias: incluyen los homicidios, secuestros y violaciones a mano de extraños.

Victimizaciones agudas: son más frecuentes. Entre ellas figuran el maltrato físico activo, abandono o negligencia como maltrato físico pasivo o por omisión, maltrato emocional, secuestro familiar y abuso sexual.

Victimizaciones pandémicas: incluye la agresión a manos de iguales y hermanos, el castigo físico, hurto y vandalismo.

Subtipos de maltrato:

Maltrato físico: cualquier acción, no accidental por parte de los padres o cuidadores que provoque daño físico en el niño.

Abuso sexual: cualquier clase de contacto sexual en un niño por parte de un familiar o tutor adulto desde una posición de poder o autoridad.

Abandono físico: las necesidades físicas como alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas, cuidados médicos, área educativa no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño.

Maltrato emocional: hostilidad verbal crónica en forma de insulto, burla, desprecio o amenaza de abandono y constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.

Abandono emocional: falta persistente de respuesta a las señales, expresiones emocionales y conductas preocupantes de proximidad e interacción iniciadas por el niño y falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de la figura adulta.

Síndrome de Munchausen por poderes: se define como aquellas situaciones en que la padre o la madre somete al niño a continuos ingresos y exámenes médicos alegando síntomas físicos o patológicos ficticios o generados de manera activa por el propio progenitor.

Maltrato institucional: hace referencia a cualquier legislación, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos o en bien derivada de la actuación individual del profesional que comporte abuso, negligencia, detrimento de la salud, seguridad, el estado emocional, bienestar físico, etc.

Factores de riesgo

El maltrato no es un fenómeno simple, sino un problema realmente complejo, que requiere un abordaje multidisciplinario y la aplicación de todos los organismos relacionados para crear mayor sensibilidad social. La presencia simultánea de varios factores de riesgo (social, familiar o psíquico) hace que exista un riesgo elevado en la aparición del maltrato infantil.

De acuerdo a investigadores, es posible predecir quien puede victimizar a un niño a lo largo de su desarrollo; durante las fases tempranas de su vida, la violencia contra el niño es fundamentalmente intrafamiliar disminuye y crece la violencia ejercida por extraños, proceso que culmina en la adolescencia tardía. Los niños conforman un grupo en alto riesgo porque son pequeños e inmaduros físicamente y tienen dificultad para huir de sus agresores o bien de protegerse. Tampoco hay que perder de vista la existencia de formas de violencia específicas para cada sexo. En las fases tempranas del desarrollo, los niños y niñas tienen riesgo y patrones de victimización similares; cuando crecen, las niñas comienzan a sufrir más ataques de tipo sexual.

Causas del maltrato infantil

Modelo psiquiátrico o psicológico: algunos autores postulan una relación entre el abuso y el abandono infantil y la presenciad e enfermedades mentales o de algún desorden psicológico específico, en la actualidad varios autores admiten que solo entre un 10 y 15% de los padres agresores ha sido diagnosticado con un síntoma psiquiátrico específico.

Económicas: el desempleo trae consigo que los padres que se encuentran en esta situación desquiten sus frustraciones con los hijos y los maltraten física o psicológicamente.

Culturales: incluye a familias donde los responsables de ejercer la custodia de los menores no cuenta con orientación y educación acerca de la responsabilidad y la importancia de la paternidad y consideran que los hijos son objetos de propiedad.

Biológicas: se trata del daño causado a los menores que tienen limitaciones físicas, trastornos neurológicos o malformaciones.

Emocionales: la incapacidad de los padres para enfrentar los problemas, su inmadurez emocional, baja autoestima, falta de expectativas e inseguridad motivan a que desquiten su frustración en los hijos y no les proporcionen los requerimientos básicos para su formación y desarrollo.

Sociales: cuando se produce una inadecuada comunicación entre padres e hijos y esto conlleva a la desintegración familiar.

Consecuencias

Área cognitiva: presentan menor desarrollo cognitivo, se muestran más impulsivos, menos creativos, más distraídos y tienen menos persistencia en las tareas de enseñanza. Son menos hábiles resolviendo problemas y cuando llegan a la edad escolar muestran peores resultados en las pruebas de coeficiente intelectual.

Área social: los niños de 18 a 24 meses sufren apego ansioso, frustración y conductas agresivas. Entre los 3 y 6 años tienen mayores problemas expresando y reconociendo afectos. También expresan más emociones negativas.

Área del lenguaje: algunos estudios han demostrado que a los 30 meses de edad, los niños maltratados no se diferencian de su contraparte sin maltrato en cuanto al lenguaje comprensivo, pero si en el productivo.

Área motora: los niños se muestran menos hábiles en el uso de herramientas. Los niños que padecen abandono físico se muestran más tardíos en adquirir la locomoción y pueden evidenciar dificultades en la motricidad fina.

Problemas de conducta: se refiere a los problemas de comportamiento en general (conducta agresiva, hiperactiva y destructiva). Los problemas de conducta agresiva se observan principalmente en los niños que sufren maltrato físico. En algunos estudios (Pino y Herruzo en 1993) se menciona una inusual aparición de comportamientos sexuales precoces (frotes, masturbación con alta frecuencia y en presencia de otros niños) en niños que padecen abandono.

Efectos negativos en caso de abuso sexual

En los casos de abuso sexual, los niños o niñas que lo sufren, padecen vejaciones traumáticas en proporción alarmante, tanto así, que arrastran el trauma original y a veces se agregan secuelas psicológicas. Al crecer, tienden a padecer embarazos no deseados, contraer enfermedades venéreas, a que su pareja abuse de ellos, a sufrir un descenso en su situación económica y en general, a padecer agresiones sexuales o físicas durante el resto de su vida.

Para continuar con los temas de victimología, próximamente se incluirá un artículo sobre el Síndrome de Estocolmo, así que le invito apreciable lector a que visite el blog y nos siga por Facebook buscándonos como Anatomía del Crimen.

2 comentarios:

  1. EXCELENTE PUBLICACIÓN!!! MUCHAS GRACIAS POR AYUDAR A SUS LECTORES CON SUS INQUIETUDES... ESTAREMOS PENDIENTES DE SUS PRÓXIMOS ARTÍCULOS, Q NO DUDO Q SEAN MUY INTERESANTES.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por visitar el blog y por su comentario. La idea no solamente consiste en publicar temas de interes sino tambien mostrar mi agradecimiento a los visitantes a través del cumplimiento de sus peticiones. Espero que los temas siguientes sigan siendo de su interés y agrado.

    ResponderEliminar