"... todavía quedan más pistas por descubrir."

jueves, 19 de abril de 2012

SEXOLOGÍA FORENSE


Para continuar con los temas directamente relacionados con la ciencia forense, hemos decidido incluir uno que resulta bastante común en la práctica médica cotidiana en todo el mundo, nos referimos a la sexología forense y las perversiones sexuales. Casi a diario, se observa en las emergencias de los centros asistenciales o en las clínicas especializadas, casos de mujeres o niñas que han sido víctimas violencia sexual de cualquier tipo. Pero, ¿Cuál es la entidad encargada de iniciar las investigaciones en estos casos? ¿Cuál es su valoración médico legal? ¿Qué lesiones genitales debemos investigar? ¿Cuáles son los signos generales de coito vaginal? Estas y otras preguntas serán respondidas a lo largo de este ensayo, así que procedamos a entrar directamente en materia forense… comencemos…

En la mayoría de países de Latinoamérica, la denuncia de un caso de violencia sexual la comisión de un delito en contra de la libertad debe hacerse del conocimiento en el Ministerio Público. Las acciones siguientes variarán de acuerdo a la Constitución Política del Estado y las diferentes leyes vigentes y las normas correspondientes sobre la materia que rijan en cada país. Las entidades encargadas de realizar los exámenes también varían en cada país, por ejemplo, en algunos países del continente lo puede realizar el personal médico de los hospitales públicos, de seguridad social, de la fiscalía y en otros, única y exclusivamente el personal médico especializado en medicina legal.

Es importante mencionar que cuando no sea posible contar con los peritos antes mencionados, se nombran otros peritos establecidos por la ley como obstetras forenses. La sexología forense, como su nombre lo indica, estudia los diversos problemas de carácter médico legal relacionados con el sexo. ¿Qué determina este examen? Pues en mujeres de diferente edad busca la presencia de lesiones externas extra genitales, lesiones en genitales externos e internos. En los hombres también se puede realizar este examen, pero se convierte en proctológico, que también se puede realizar en mujeres. Pero este examen no sólo se limita a la víctima, sino también se puede realizar al agresor, y en estos casos se debe investigar la presencia de lesiones extra genitales como excoriaciones, equimosis y otras de importancia médico legal, además se deben de establecer la presencia de potencia o impotencia sexual.

DIAGNÓSTICO DE VIOLACIÓN Antes de iniciar, debemos tener claro el concepto de violación. Según la literatura consultada consiste en obligar a una persona a practicar el acto sexual u otro análogo con violencia o grave amenaza.

Examen Clínico Forense (Examen Ectoscópico) Se deben investigar las lesiones recientes como lesiones contusas, con arma blanca, por arma de fuego, equimosis, digitopresión en brazos y antebrazos, cara interna y externa de los muslos, en la cara, en los labios y en las mamas. Las lesiones antiguas son de interés sólo cuando hay sucesos anteriores relacionados con el caso actual. Además se deben investigar los signos de daño psicológico a la víctima como crisis emocional, depresión, confusión, estupor, tendencia suicida, intoxicación por drogas, etc. Entre los factores importantes a considerar debemos mencionar la fuerza o intimidación, edad de la víctima, estado de conciencia, anomalía psíquica, falta de consentimiento.

Examen Ginecológico La mujer debe colocarse en posición ginecológica, se deben buscar lesiones contusas (equimosis, desgarros o fisuras) en los labios mayores, menores y la vulva. Con pinzamiento digital el médico debe traccionar hacia sí los labios, maniobrándolos y separándolos para dejar a la vista el introito vaginal, los labios menores, la uretral y el anillo himeneal. En las mujeres vírgenes se deben buscar signos de desfloración y con ellos nos debemos centrar en el himen, que es una membrana que en el centro tiene un orificio.

Dada su consistencia, esta membrana es desgarrada al realizarse las primeras relaciones sexuales, constituyendo el signo principal de la desfloración. Es importante mencionar que la morfología del himen es muy variable; el himen íntegro es el que en el recorrido de su borde libre se mostrará sin desgarros, sin embargo pueden observarse muescas como pequeñas depresiones en el borde libre que no llegan a la mitad del ancho del anillo, suelen ser simétricas y el aspecto de la misma tiene que ser igual al borde libre del anillo himeneal.

El himen desflorado presentará desgarros, generalmente completos cuando van desde el borde libre de la membrana himeneal hasta su base de implantación, o incompletos cuando no llegan hasta su base de implantación. Los desgarros se deben describir de acuerdo a la similitud con una esfera horaria (agujas del reloj), según su ubicación en el anillo himeneal. Una desfloración reciente, en el lapso de los primeros 7 días o 10 días como máximo, mostrará desgarros con equimosis, hemorragia, coágulos, hematomas o laceraciones en el introito vaginal.

En la desfloración antigua, los desgarros muestran su borde libre cicatrizado con coloración blanquecina como expresión del cambio fibrótico de reparación. Si se trata de una mujer sexualmente activa y más aún, si es multípara se observarán carúnculos mirtiformes.

La forma del himen depende del orificio central y puede ser:

• Anular: cuando el orificio es redondo, generalmente central, o más o menos excéntrico.
• Semilunar: cuando tiene la forma de una herradura, con concavidad hacia arriba y solamente cierra la porción inferior del conducto vaginal.
• Bilabiado: cuando tiene una abertura central longitudinal.
• Septado: con lo orificio dividido por un tabique fibroso vertical.
• Cribiforme: cuando el orificio es reemplazado por una serie de orificios ofreciendo el aspecto de criba.
• Imperforado: cuando carece de orificio.
• Complaciente: de membrana muy elástica, dilatable, que permite la introducción del pene sin causar desgarro.

 Exámenes auxiliares

• Secreción vaginal, para la investigaciones de espermatozoides y/o fosfatasa ácida.
• Secreción vaginal, para investigación microbiológica.
• Sangre para determinar el grupo sanguíneo.
• Sarro ungueal, para investigar sangre u otros.
• Muestra de pelo y vello púbico.

DIAGNÓSTICO DE COITO CONTRA LA VOLUNTAD COITO RECIENTE


Examen del ano y del recto Puede suceder tanto en la mujer como en el hombre, a menor edad de la víctima, mayor serán las lesiones. Se pueden presentar los signos siguientes colocando a la víctima en posición genupectoral:

 • Espasmo a la maniobra de separar los glúteos, muestra el orificio externo regularmente dilatado, congestionado y el espasmo del orificio anal que aparece inmediatamente, que puede persistir hasta 15 días después del hecho.

 • Ano infundibiliforme: se refiere al aspecto considerado desde el esfínter anal hacia la mucosa; se debe a la contractura refleja del elevador del ano ante una lesión dolorosa anal o de la mucosa rectal, pudiendo observarlo en los días subsiguientes al hecho.

 • Lesiones traumáticas, como fisuras o desgarro anales, generalmente en la parte centro inferior del ano, desgarro de los pliegues radiados, dilatación del orificio anal que pierde su tono o fuerza contráctil, desgarradura de la mucosa rectal, dolor al tacto. También puede existir congestión, escozor, supuración de la mucosa y de los pliegues al caminar y durante la defecación.

Lesiones generales de violencia Se deben investigar lesiones contusas en la boca, cuello, brazos, piernas y cara anterior de las rodillas.

Examen espermatológico En el examen precoz, es posible la determinación de espermatozoides en la muestra obtenida con torunda.

COITO ANTIGUO Se realiza cuando se examina a la víctima que sufrió este acto en una sola oportunidad, es muy difícil el diagnóstico, salvo que quede un ano dilatado a una complicación de contagio venéreo. Cuando se trata de un caso habitual pueden presentarse los siguientes signos:

• Borramiento de los pliegues radiados.
• Ano infundibuliforme.
• Esfínter anal fácilmente dilatable, disminuido de grosor y de tono al tacto, o relajación del mismo.
• Mucosa rectal visible, congestiva y epidermizada.
• Cicatrices de lesiones causadas anteriormente o cambio de coloración del margen anal.

COITO ORAL Es importante destacar que no es factible realizar un diagnóstico de este tipo de agresión. Pueden existir algunos signos de transmisión de enfermedad sexual, además es posible verificar la lesión del órgano genital en el agresor por mordedura de la víctima.

EXAMEN DEL AGRESOR Se deben buscar huellas del hecho o vestigios procedentes de la víctima, manchas de esperma, sangre o pelos en la ropa y el cuerpo. Buscar lesiones de lucha por resistencia de la víctima, estigmas ungueales, equimosis, erosiones, mordeduras en la cara, las manos, miembros superiores y genitales. Se debe comprobar el padecimiento de enfermedades transmisibles y demostrar la impotencia genital de causa orgánica. Hasta aquí hemos repasado los aspectos generales sobre la violación y el examen médico forense a la víctima y al agresor. En la segunda parte nos adentraremos en los aspectos específicos de la violación

1 comentario:

  1. Gracias---Amigo Anner---.me sirve mucho para el ensayo a presentar..

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